jueves 13 de abril de 2023
https://tn.com.ar/economia/2023/04/11/dejo-la-informatica-para-ser-apicultor-hace-27-anos-aposto-a-la-innovacion-y-creo-la-miel-cremosa/
Dejó la informática para ser apicultor hace 27 años, apostó a la innovación e impulsó la miel cremosa
Mauricio Gramuglia está al frente de Apoidea, un emprendimiento que desde Tandil vende miel cremosa
(batida) a todo el país. Empezó con apenas 50 colmenas y en 2022 vendió más de 20 tambores de 300 kilos
cada uno.
En búsqueda de agregarle valor a un producto con poco diferencial en el mercado, Mauricio decidió probar suerte con la miel cremosa (batida) y el éxito en Tandil fue inmediato. Hoy, la mayor parte de la producción la destina al fraccionamiento y el resto lo sigue vendiendo a granel o a otras fraccionadoras.
“La idea fue darle un valor agregado a la producción que teníamos, porque la venta de miel depende mucho del mercado. Tenía conocimiento de que ya existía la miel cremosa y cuando surgió la idea de fraccionar, me pareció que era lo más factible para conseguir un nicho que en Tandil no estaba cubierto”, recordó el creador de Apoidea
Tras haber comenzado con su socio y amigo la producción en 50 colmenas hace 27 años, en 2022 llegó a vender más de 20 tambores de miel, de 300 kilos cada uno. Y, si bien reconoce que los vaivenes económicos complican mantener en pie un emprendimiento, sigue apostando todos los días por la innovación.
El salto de la producción a granel al fraccionamiento
Mauricio produce miel desde 1996, pero recién en 2018 inició los trámites para fraccionar. Compró una batidora de miel usada por $80.000 y a la sala de extracción, le sumaron una sala de fraccionamiento. Cuando en 2019 obtuvo los permisos para vender en Tandil, llegó la pandemia “y todo se frenó”, recordó.
El emprendimiento familiar lo completan su hija Delfina, que lo asiste con los repartos, y Edgar La Rocca, que es su ayudante en el taller.
Miel cremosa, un producto diferente que gana mercado
“La miel batida la había visto con otras marcas, pero en Tandil no se conseguían o se conseguían muy poco, entonces vimos ahí un diferencial de otras mieles que estaban en oferta”, explica.
Hoy venden a comercios, a dietéticas y a regionales de Tandil, pero ya con el permiso nacional también tienen pedidos de todo el país, pese a que los cotos logísticos amenazan muchas veces esas ventas.
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“Mayormente, consumen miel cremosa los deportistas o se compra mucho en los locales regionales para llevar de regalo, pero también la compra gente a la que le gusta mucho la miel o que la probó y se hizo cliente frecuente”, detalló Mauricio Gramuglia.
Para hacer la miel cremosa, Mauricio toma la miel del tambor que está cristalizada, la bate en frío con la máquina por entre seis a ocho horas, “hasta lograr que se rompan los cristales, entonces lo que se logra es que no se vuelva a cristalizar”, explicó.
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Según dijo, “lo que se logra es una miel que no se chorrea y que sirve más para untar, aunque hay muchas formas para consumirla. También se le puede dar los mismos usos que a la miel líquida, pero muchos la eligen porque no se chorrea tanto”. Famosos reposteros, como Osvaldo Gross, usan la miel cremosa de Apoidea para sus recetas.
Como muchos emprendedores, el coronavirus lo obligó a reinventarse. Su cuñado, Cristian Aramburu salió a vender “negocio por negocio, ofreciendo la miel batida y dejando para degustar, hasta que se conoció la marca”, contó. Su compañera, María Elisa Aramburu se encarga desde entonces del manejo de las redes sociales..
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