sábado 28 de octubre de 2023
Control de curso basado en flujo óptico en insectos.
Reflejos
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El flujo óptico que surge del movimiento propio proporciona una rica fuente de información.
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La detección del flujo óptico y los comportamientos relacionados se han estudiado ampliamente en insectos.
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El flujo traslacional permite visión espacial y estimación de la velocidad de viaje.
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El flujo rotacional media la estimación y compensación de cambios de rumbo involuntarios.
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Es probable que todos los comportamientos basados en el flujo óptico dependan de los mismos detectores de movimiento locales.
La visión es una modalidad sensorial importante para la navegación en animales errantes. A diferencia de la mayoría de los vertebrados, los insectos normalmente deben lidiar con imágenes retinales de baja resolución y la incapacidad de inferir características espaciales mediante acomodación o estereovisión. Sin embargo, durante la locomoción, la información retiniana está dominada por cambios característicos de la imagen panorámica, denominados flujo óptico, que dependen de los parámetros del propio movimiento y de las características ambientales. Por lo tanto, el flujo óptico proporciona una rica fuente de información que guía la velocidad de locomoción, así como la posición y orientación de los animales a lo largo del tiempo en relación con su entorno. Aquí, centrándonos en el comportamiento de vuelo, describimos las estrategias y los supuestos mecanismos neuronales subyacentes mediante los cuales los insectos controlan su curso mediante el procesamiento de señales visuales de movimiento.
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S095943881930114X
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