viernes, 11 de julio de 2025

Suecia. Las autoridades alimentarias analizan esta miel extranjera y descubren que no es miel: "No sabemos qué es"

 

Miel en una imagen de archivo.Getty Images

viernes 11 de julio de 2025


Suecia. Las autoridades alimentarias analizan esta miel extranjera y descubren que no es miel: "No sabemos qué es"

Las autoridades alimentarias analizan esta miel extranjera y descubren que no es miel: "No

 sabemos qué es" Hay gran controversia ya que en muchos casos, la miel que llega a Europa,

 viene modificada o alterada.

Una investigación encargada por la Asociación Sueca de Apicultores ha destapado un

 escándalo en los estantes e los supermercados del país: la mayoría de la miel importada que

 se vende como tal no lo es. En realidad, contiene ingredientes que no deberían estar ahí.

 En palabras del presidente de la Asociación Finlandesa de Apicultores, Yngve Kihlberg,

 "no sabemos qué es exactamente lo que estamos comprando".

EL estudio, difundido por el diario Dagens Nyheter, alerta de que un 90% de las mieles 

extranjeras analizadas en Suecia no cumplen con la definición legal del producto. La 

normativa europea es clara: para ser considerada miel, no puede contener más que miel -

nada de azúcares añadidos, colorantes ni edulcorantes.

Los análisis, basados en pruebas de ADN alimentario, confirman el fraude: de 40 productos

 revisados, 36 incluían sustancias ajenas al producto original. La situación no es nueva 

ni exclusiva. Ya en 2022, un informe de la Unión Europea apuntaba que casi la mitad de la 

miel importada al continente estaba adulterada, principalmente con jarabes azucarados.

Lo más preocupante, según los expertos, es que los métodos actuales para detectar este tipo

 de fraude se están quedando obsoletos. "China y Vietnam han aprendido a crear mezclas

 de azúcares tan bien diseñadas que pasan desapercibidas en los controles habituales", explica Kihlberg. Se trata, según él, de una trampa económica: reducir costes 

con productos falsos mientras los consumidores -y los apicultores honestos- pagan el precio.

Así, desde la Autoridad Alimentaria de Suecia, la directora del departamento, Ellen Edgren, 

reconoce que este tipo de productos adulterados puede estar presente en los lineales, aunque

 insiste en que no suponen un riesgo para la salud. "Si fuera peligrosos, ya se habrían 

retirado del mercado", asegura. El problema, admite, es que los responsables de estas falsificaciones van siempre un paso por delante: "Son muy sofisticados. Saben cómo burlar los controles".

Hay que destacar que en 2023, Suecia importó casi toda su miel desde otros países europeos, aunque también llegaron cantidades menores, desde China, Argentina y Etiopía.


 En Finlandia, los datos son similares, con Argentina como único proveedor relevante fuera de

 Europa. Actualmente, ni los expertos pueden asegurar qué contienen realmente muchos de 

estos productos. "Es todo un misterio", afirma Kihlberg.

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