martes 26 de junio de 2012
http://www.sintesisagraria.com/paginas/apicultura/completa.php?codigo=226541
Anselmo Martz advirtió que hay que cuidar las abejas
En el marco de un nuevo Día del Apicultor que se conmemoró el 21 de junio, el último sábado disertó en el Parque Apícola de esta ciudad Anselmo Martz, un reconocido productor mielero que desde hace años dicta capacitaciones en distintos puntos de Argentina y otros países como México, Brasil y Uruguay.
[Anselmo Martz dictó una capacitación en el Parque Apícola piquense y después dialogó extensamente con LA REFORMA.]
General Pico - Martz, domiciliado en la localidad de Teniente Origone (al sur de la provincia de Buenos Aires) resaltó que observó ‘un buen nivel de apicultura’ en el norte de La Pampa; pero reconoció que la última cosecha fue muy pobre en general y por ello los productores ‘no cubrieron los gastos’.
“Nos vamos a quedar sin alimentos”, si las abejas desaparecen por no cuidarlas como es debido, advirtió.
Martz dialogó con un cronista de LA REFORMA el sábado por la noche, luego de dictar una extensa capacitación en un salón del Parque Apícola, ante unos 30 productores de esta ciudad y de localidades vecinas que asistieron a una actividad organizada por la Asociación de Productores del norte, que concluyó con una cena.
El capacitador evaluó en principio que ‘hay muy pocos lugares en los que se cosechó algo’ y apuntó que en el último tiempo “los costos de producción se dispararon y hacen falta muchos kilos para salvar los gastos. Por lo tanto, un gran porcentaje de entre el 80 y 90 por ciento de los apicultores argentinos no cubrieron los gastos y por lo tanto en la última temporada se trabajó a pérdida”, destacó.
Consultado sobre los factores que se conjugaron en el último tiempo contra el sector mielero, Martz contestó que éstos fueron ‘el climático y los costos’, mientras que más adelante también se refirió al uso de agroquímicos que atentan contra las abejas.
Asimismo indicó: “Todo esto hizo que nos fuéramos amontonando y quedando menos apicultores”. Y subrayó que “afortunadamente hay gente que hace muchos años que haciendo bien las cosas, porque ama la actividad”.
Martz sostuvo que la apicultura es una actividad milenaria “que no se aprende fácilmente con un video o un curso. Más que nada es la transferencia familiar de abuelo a nieto, padre a hijo o tío a sobrino”, ejemplificó.
Sin alimentos
Más adelante el entrevistado apuntó: “Lo dijo (Albert) Einstein: cuando nos quedemos sin abejas, al poco tiempo nos vamos a quedar sin alimentos”, y al respecto expresó que “si no hubiera abejas cada planta de naranjas que puede tener una casa en el fondo, daría menos frutos, al igual que sucede con los girasoles, etc. Muchos cultivos dependen de la abeja, porque ésta forma parte de la naturaleza y el día que se termine la abeja nace el desierto. Entonces hay que cuidarla”, resaltó.
Asimismo criticó al asegurar: “No tenemos una ley firme de agroquímicos y por eso muchos insectos naturales que también son agentes polinizadores hoy ya no están. Y la abeja es el único insecto que nos queda que lo podemos trasladar, cuidar, alimentar y curar, para después volver a polinizar los cultivos”.
En tanto Martz defendió la actividad al sostener que “los chicos que abandonan el estudio y empiezan a trabajar en la apicultura aprenden biología, zoología, botánica, carpintería, relaciones humanas, mecánica, comercio, todo... porque la abeja te enseña todo eso”.
“Esto lo digo por experiencia propia. Tengo dos chicos que trabajaron conmigo que ahora están en México trabajando en apicultura y huertas, porque también el país les da otras oportunidades. Acá la colmena no está sujeta a créditos blandos y largos como necesitamos los apicultores”, acotó.
En ese marco señaló que los créditos son muy necesarios en este momento: “Porque sabemos que este problema climático lo vamos a revertir. Mientras se suceden estos problemas climáticos, paralelamente estamos avanzando en lo que es alimentación, suplementación y sanidad para contrarrestar el flagelo del clima”.
Por otra parte evaluó que en los últimos años la producción sojera ‘hizo estragos, porque directamente donde hay soja no se puede tener abejas’; y repasó que durante la capacitación mostró ‘diferentes alternativas de alimentación que existen’ para tener ‘más abejas y más fuertes’.
“Necesitamos tener muchas abejas vigorosas en el momento justo, para que en poco tiempo recolecten todas las flores que hay. Como en todo el reino animal hace falta buena genética, nutrición y sanidad. En la abeja es lo mismo que la vaca, si tenemos un tambo y ponemos buena genética, vamos a tener más litros de leche y mejores terneros”, indicó.
Finalmente explicó que en Argentina existen miles de salas de extracción de miel y defendió las Asociaciones de productores como la de esta ciudad. “Fijate que la abeja trabaja en conjunto y no sabe ni leer ni escribir, simplemente tiene sentido común”, destacó y pidió seguir el ejemplo.
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Anselmo Martz advirtió que hay que cuidar las abejas
| La Reforma | Santa Rosa | La Pampa | Argentina |  | |
En el marco de un nuevo Día del Apicultor que se conmemoró el 21 de junio, el último sábado disertó en el Parque Apícola de esta ciudad Anselmo Martz, un reconocido productor mielero que desde hace años dicta capacitaciones en distintos puntos de Argentina y otros países como México, Brasil y Uruguay.
[Anselmo Martz dictó una capacitación en el Parque Apícola piquense y después dialogó extensamente con LA REFORMA.]
General Pico - Martz, domiciliado en la localidad de Teniente Origone (al sur de la provincia de Buenos Aires) resaltó que observó ‘un buen nivel de apicultura’ en el norte de La Pampa; pero reconoció que la última cosecha fue muy pobre en general y por ello los productores ‘no cubrieron los gastos’.
“Nos vamos a quedar sin alimentos”, si las abejas desaparecen por no cuidarlas como es debido, advirtió.
Martz dialogó con un cronista de LA REFORMA el sábado por la noche, luego de dictar una extensa capacitación en un salón del Parque Apícola, ante unos 30 productores de esta ciudad y de localidades vecinas que asistieron a una actividad organizada por la Asociación de Productores del norte, que concluyó con una cena.
El capacitador evaluó en principio que ‘hay muy pocos lugares en los que se cosechó algo’ y apuntó que en el último tiempo “los costos de producción se dispararon y hacen falta muchos kilos para salvar los gastos. Por lo tanto, un gran porcentaje de entre el 80 y 90 por ciento de los apicultores argentinos no cubrieron los gastos y por lo tanto en la última temporada se trabajó a pérdida”, destacó.
Consultado sobre los factores que se conjugaron en el último tiempo contra el sector mielero, Martz contestó que éstos fueron ‘el climático y los costos’, mientras que más adelante también se refirió al uso de agroquímicos que atentan contra las abejas.
Asimismo indicó: “Todo esto hizo que nos fuéramos amontonando y quedando menos apicultores”. Y subrayó que “afortunadamente hay gente que hace muchos años que haciendo bien las cosas, porque ama la actividad”.
Martz sostuvo que la apicultura es una actividad milenaria “que no se aprende fácilmente con un video o un curso. Más que nada es la transferencia familiar de abuelo a nieto, padre a hijo o tío a sobrino”, ejemplificó.
Sin alimentos
Más adelante el entrevistado apuntó: “Lo dijo (Albert) Einstein: cuando nos quedemos sin abejas, al poco tiempo nos vamos a quedar sin alimentos”, y al respecto expresó que “si no hubiera abejas cada planta de naranjas que puede tener una casa en el fondo, daría menos frutos, al igual que sucede con los girasoles, etc. Muchos cultivos dependen de la abeja, porque ésta forma parte de la naturaleza y el día que se termine la abeja nace el desierto. Entonces hay que cuidarla”, resaltó.
Asimismo criticó al asegurar: “No tenemos una ley firme de agroquímicos y por eso muchos insectos naturales que también son agentes polinizadores hoy ya no están. Y la abeja es el único insecto que nos queda que lo podemos trasladar, cuidar, alimentar y curar, para después volver a polinizar los cultivos”.
En tanto Martz defendió la actividad al sostener que “los chicos que abandonan el estudio y empiezan a trabajar en la apicultura aprenden biología, zoología, botánica, carpintería, relaciones humanas, mecánica, comercio, todo... porque la abeja te enseña todo eso”.
“Esto lo digo por experiencia propia. Tengo dos chicos que trabajaron conmigo que ahora están en México trabajando en apicultura y huertas, porque también el país les da otras oportunidades. Acá la colmena no está sujeta a créditos blandos y largos como necesitamos los apicultores”, acotó.
En ese marco señaló que los créditos son muy necesarios en este momento: “Porque sabemos que este problema climático lo vamos a revertir. Mientras se suceden estos problemas climáticos, paralelamente estamos avanzando en lo que es alimentación, suplementación y sanidad para contrarrestar el flagelo del clima”.
Por otra parte evaluó que en los últimos años la producción sojera ‘hizo estragos, porque directamente donde hay soja no se puede tener abejas’; y repasó que durante la capacitación mostró ‘diferentes alternativas de alimentación que existen’ para tener ‘más abejas y más fuertes’.
“Necesitamos tener muchas abejas vigorosas en el momento justo, para que en poco tiempo recolecten todas las flores que hay. Como en todo el reino animal hace falta buena genética, nutrición y sanidad. En la abeja es lo mismo que la vaca, si tenemos un tambo y ponemos buena genética, vamos a tener más litros de leche y mejores terneros”, indicó.
Finalmente explicó que en Argentina existen miles de salas de extracción de miel y defendió las Asociaciones de productores como la de esta ciudad. “Fijate que la abeja trabaja en conjunto y no sabe ni leer ni escribir, simplemente tiene sentido común”, destacó y pidió seguir el ejemplo.
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