Aprendiendo de las abejas. Celdas

sábado 1º de setiembre de 2012
http://www.laprensa.hn/content/view/full/103339

Aprendiendo de las abejas

05:43 pm

Por: Rómulo Emiliani

Ocurrió allá por los años 1740. René Réaumur, el famoso físico que creó la escala termométrica que lleva su nombre, hoy en desuso por la adopción de los grados Celsius para medir las temperaturas, lanzó un reto a sus alumnos. Un interesante problema para ser resuelto con las matemáticas de aquella época, tan lejos de las ayudas electrónicas de hoy.

Observando las celdillas de las abejas construidas de cera, que eran llenadas con la miel que recolectaban, se le ocurrió medir cómo usando el mínimo de material, se podría lograr la capacidad máxima. Esos jóvenes aplicaron la teoría de máximos y mínimos del cálculo infinitesimal, y hallaron que el ángulo del rombo debería tener una amplitud de 70˚ 34’. A continuación midieron el rombo de las celdillas de las abejas, y encontraron que la medida era de 70˚ 32’. ¡Las abejas se habían equivocado por la insignificante cifra de dos minutos de grado!

Por aquellos días, un barco naufragó en las costas de Francia. El capitán fue llamado para pedirle cuentas. Se pensaba que el accidente había sido causado por su error en los cálculos. Al revisar los números se dieron cuenta que estaban bien hechos. Repasando y estudiando las operaciones, se encontró finalmente el error, la tabla de logaritmos usada por el capitán tenía un error.

Réaumur reparó que precisamente esa misma tabla era la que se había utilizado para calcular el ángulo ideal de las celdillas del panal de abejas. Volvieron a hacer los cálculos, y esta vez el resultado fue 70˚ 32’. Los sabios matemáticos se habían equivocado, pero las abejas siempre habían estado en lo correcto. Utilizaban el menor gasto de cera, para lograr una mayor producción.

¿Deberíamos usted y yo aprender esta lección? En cierta forma nuestra “cera” es el tiempo. ¿Cómo lograr administrarlo para que logre nuestra mayor producción? Un alumno que malgasta su tiempo sin adquirir los conocimientos necesarios, está desperdiciando “mucha cera, para producir poca miel”. Y lo mismo nos ocurre a todos, cuando vivimos muy por debajo de nuestro verdadero potencial, desperdiciándonos.

LO NEGATIVO: Conformarnos con ser tan poco eficaces, que no recojamos la necesaria “miel en nuestra vida”.

LO POSITIVO: Aprender de las abejas. Ser muy eficaces y lograr así ser más productivos y más felices