sábado 14 de junio de 2014
http://www.entornointeligente.com/articulo/2665672/VENEZUELA-Descubre-como-conseguir-de-forma-sencilla-y-segura-tu-propia-miel-hecha-en-casa-12062014
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VENEZUELA: Descubre cómo conseguir de
forma
sencilla y segura tu propia miel hecha en casa
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VENEZUELA: Descubre cómo conseguir de forma sencilla y segura tu propia miel hecha en casa
Informe 21 / Hablamos de abejas, sí, en las ciudades, también, pero no tiene por qué ser peligroso con las debidas medidas de precaución. Hablamos de paso de elaborar miel y de desarrollar un entorno urbano más amable. Hablamos de que la mitad de la población abejil ha desaparecido por culpa de los pesticidas y herbicidas y de que estos pequeños animalitos son fundamentales para el bienestar humano: se estima que polinizan el 70% de los alimentos vegetales.
"La apicultura urbana es importante por tres motivos: primero porque supone mejorar el medioambiente; también generaría una actividad económica, y por último, una red de colmenas vecinales que podrían servir para medir datos de polución, entre otras cosas", comenta David Rodríguez, informático y creador del proyecto Miel de barrio junto a María Vega, apicultora y divulgadora. Ellos impartieron el primer taller de apicultura urbana celebrado en Madrid, cuyos resultados se podrán ver este sábado 14 de junio en la jornada de puertas abiertas de Medialab Prado.
En Europa y Estados Unidos ya nos llevan ventaja, para variar. En Londres se calcula que ya ejercen 20.000 apicultores urbanos, incluso Buckingham Palace tiene sus propias colmenas para endulzar el té de la reina. En Nueva York, el hotel Waldorf Astoria ofrece miel a sus clientes extraída de las colmenas que habitan en su azotea, y en París, el edificio de la Ópera Garnier es el hogar de miles de abejas, incluso la marca de güisqui J&B acaba de lanzar al mercado una botella con miel de colmenas urbanas: J&B Urban Honey.
Y en España ¿qué hacemos? "En Barcelona se aprobó hace poco instalar colmenas en edificios emblemáticos, en Córdoba se hizo un estudio en la universidad para medir la calidad del aire y en Madrid estamos a la espera", confiesa David. La legislación actual establece 400 metros de distancia entre las colmenas y las zonas pobladas. En España la actividad y la imagen del apicultor sigue ligada al campo y a las áreas rurales.
"Las abejas son muy pacíficas. Con unas mínimas precauciones de señalización y cuidados pueden convivir perfectamente con humanos", aclara Rodríguez. Las azoteas de los edificios surgen como un perfecto asentamiento colmenero. Las abejas generan dos cosechas de miel al año, una en mayo y otra en octubre. Una colmena estándar, de 60.000 individuos, puede producir entre 4 y 6 kilos. Si alguien desea empezar existen tiendas especializadas que venden material apícola e incluso envían por correo cajas con una abeja reina y 2.000 súbditas.
"Sí, hay incluso distribuidores de abejas reinas. Y es que realmente es muy fácil convertirse en apicultor urbano, con las debidas precauciones. Las abejas lo hacen todo solas. Tú sólo supervisas y les robas la miel cuando toque", declara David. Así las cosas, no está de más aprender un nuevo oficio para cuando las autoridades españolas decidan que las abejas no son un peligro público. Para adelantar, he aquí un decálogo general del buen apicultor urbano:
1. Asistir a un taller sobre apicultura urbana. 2. Buscar una ubicación segura. La azotea de su edificio, por ejemplo. 3. Señalizar la zona con paneles de advertencia. 4. Comprar una colmena o diseñar una propia. 5. Adquirir las abejas e instalarlas en la colmena. 6. Vigilar que no se creen enjambres (cuando nace otra abeja reina dentro de la misma colmena y forma su propio ejército). 7. Revisar la colmena cada semana. 8. Utilizar el traje protector para extraer la miel. 9. Sacar los panales y sustituirlos por otros nuevos o limpios. 10. Compartir su dulce producto con amigos y vecinos.
Fuente: Metropoli
DJ
"La apicultura urbana es importante por tres motivos: primero porque supone mejorar el medioambiente; también generaría una actividad económica, y por último, una red de colmenas vecinales que podrían servir para medir datos de polución, entre otras cosas", comenta David Rodríguez, informático y creador del proyecto Miel de barrio junto a María Vega, apicultora y divulgadora. Ellos impartieron el primer taller de apicultura urbana celebrado en Madrid, cuyos resultados se podrán ver este sábado 14 de junio en la jornada de puertas abiertas de Medialab Prado.
En Europa y Estados Unidos ya nos llevan ventaja, para variar. En Londres se calcula que ya ejercen 20.000 apicultores urbanos, incluso Buckingham Palace tiene sus propias colmenas para endulzar el té de la reina. En Nueva York, el hotel Waldorf Astoria ofrece miel a sus clientes extraída de las colmenas que habitan en su azotea, y en París, el edificio de la Ópera Garnier es el hogar de miles de abejas, incluso la marca de güisqui J&B acaba de lanzar al mercado una botella con miel de colmenas urbanas: J&B Urban Honey.
Y en España ¿qué hacemos? "En Barcelona se aprobó hace poco instalar colmenas en edificios emblemáticos, en Córdoba se hizo un estudio en la universidad para medir la calidad del aire y en Madrid estamos a la espera", confiesa David. La legislación actual establece 400 metros de distancia entre las colmenas y las zonas pobladas. En España la actividad y la imagen del apicultor sigue ligada al campo y a las áreas rurales.
"Las abejas son muy pacíficas. Con unas mínimas precauciones de señalización y cuidados pueden convivir perfectamente con humanos", aclara Rodríguez. Las azoteas de los edificios surgen como un perfecto asentamiento colmenero. Las abejas generan dos cosechas de miel al año, una en mayo y otra en octubre. Una colmena estándar, de 60.000 individuos, puede producir entre 4 y 6 kilos. Si alguien desea empezar existen tiendas especializadas que venden material apícola e incluso envían por correo cajas con una abeja reina y 2.000 súbditas.
"Sí, hay incluso distribuidores de abejas reinas. Y es que realmente es muy fácil convertirse en apicultor urbano, con las debidas precauciones. Las abejas lo hacen todo solas. Tú sólo supervisas y les robas la miel cuando toque", declara David. Así las cosas, no está de más aprender un nuevo oficio para cuando las autoridades españolas decidan que las abejas no son un peligro público. Para adelantar, he aquí un decálogo general del buen apicultor urbano:
1. Asistir a un taller sobre apicultura urbana. 2. Buscar una ubicación segura. La azotea de su edificio, por ejemplo. 3. Señalizar la zona con paneles de advertencia. 4. Comprar una colmena o diseñar una propia. 5. Adquirir las abejas e instalarlas en la colmena. 6. Vigilar que no se creen enjambres (cuando nace otra abeja reina dentro de la misma colmena y forma su propio ejército). 7. Revisar la colmena cada semana. 8. Utilizar el traje protector para extraer la miel. 9. Sacar los panales y sustituirlos por otros nuevos o limpios. 10. Compartir su dulce producto con amigos y vecinos.
Fuente: Metropoli
DJ
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