miércoles 6 de mayo de 2015
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-432546
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SE BUSCAN APICULTORES
Por lo menos, el 90 por ciento de la miel de abejas que se comercializa en el país no es pura; son menjurjes con los que se engaña a los consumidores y generan desconfianza por esta actividad y sus productos , comenta Luis Alfonso García, técnico agrícola especializado en apicultura y ex director de la Asociación de Apicultores de Cundinamarca (Asoapicun).
"Por lo menos, el 90 por ciento de la miel de abejas que se comercializa en el país no es pura; son menjurjes con los que se engaña a los consumidores y generan desconfianza por esta actividad y sus productos", comenta Luis Alfonso García, técnico agrícola especializado en apicultura y ex director de la Asociación de Apicultores de Cundinamarca (Asoapicun).
Al respecto, él y el gremio que representa quieren llamar la atención por la actividad apícola en el departamento donde actualmente, según las estadísticas de la oficina Urpa de la Secretaría de Agricultura de Cundinamarca, el número de colmenas reportadas (1.949) produjeron 71.000 kilos de miel durante el año 2000.
De acuerdo con un breve análisis entregado por la oficina, la actividad apícola en la región se incrementó levemente, pues el número de colmenas creció en 198 unidades durante el segundo semestre del año, lo mismo que la producción de miel, el manejo técnico y su rentabilidad.
Sin embargo, no es extraño que la industria apícola sea incipiente, pues la cifra de 1.949 colmenas es apenas el 2,43 por ciento de las 80.000 que existen en el país.
El potencial es de dos millones de unidades que podrían instalarse en Colombia, gracias a que el país es el segundo del mundo en biodiversidad floral, según lo reporta la Organización Mundial de Apimondia, que agrupa a los apicultores en el mundo.
Se buscan apicultores.
Ante tal situación, los apicultores agremiados en Asoapicun buscan nuevos productores del campo que quieran medírsele al negocio de las abejas, pues sus beneficios son múltiples.
Dulce negocio.
El apicultor se beneficia con la producción de la miel, el polen (suplemento alimenticio rico en minerales y aminoácidos), la jalea real y el propoleo (antibiótico natural), productos que tienen mercados en Colombia y el exterior.
Igualmente, los vecinos de las fincas encuentran ventajas de manera directa, ya que gracias a la polinización las abejas contribuyen al incremento de la producción agrícola.
Por su parte, las abejas no requieren una dieta explícita o cualquier clase de suplemento y, mucho menos, una dedicación de tiempo completo; ellas se cuidan solas.
Péguese a la miel.
Para iniciarse como apicultor solo basta (además de la capacitación) tener amor por la abejas, una inversión promedio de 150.000 pesos por colmena y un sitio donde anclarlas.
En lo que concierne al aprendizaje, la Asociación de Apicultores de Cundinamarca (Asoapicun) publica boletines técnicos y ofrece, semanalmente, cursos sobre el tema.
Para conseguir las primeras abejas (pie de cría) hay criaderos especializados que las venden. Los especialistas recomiendan la variedad F1, primera generación de cruce de abeja europea con africanizada, que ofrece alta productividad. Tenga en cuenta que las razas puras corren el riesgo de ser atacadas por las africanizadas.
Los equipos se consiguen en el país a través de diversas casas comerciales y la asistencia técnica la puede conseguir en los almacenes apícolas, los comités de cafeteros de su municipio y las Umatas.
- Publicación
- eltiempo.com
- Sección
- Otros
- Fecha de publicación
- 30 de junio de 2001
- Autor
- NULLVALUE
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