Argentina. Santa fe. Rafaela también es referente en el sector de la apicultura

sábado 24 de octubre de 2015
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Argentina. Santa fe. Rafaela también es referente en el sector de la apicultura

Castellanos

Rafaela

Santa Fe

Argentina

Es inevitable vincular a la ciudad de Rafaela con la lechería, sobre todo si la  óptica está dada desde la Experimental del INTA. Sin embargo las tareas se diversifican a un lado de la Ruta 34 y así en los  últimos años el crecimiento de la investigación y el trabajo respecto a la miel y  las abejas suman interesantes datos que hoy son de exportación. CASTELLANOS visitó la Experimental en ocasión de un encuentro entre técnicos  y especialistas locales y un contingente brasileño. Mónica Gaggiotti, integrante  del laboratorio de Producción Animal, donde se encarga de la calidad físico- química y palinológica de la miel, comentó que con un contacto directo, este  grupo del vecino país llegó para conocer qué es lo que se está haciendo en la  Argentina en la parte de miel, sobre todo en producción en sanidad, producción  y calidad. A través del programa nacional de apicultura del INTA se dio el  contacto y a la vez el crecimiento en el tema desde la ciudad. "Hace años que en Rafaela empezamos a trabajar sobre la miel y se fue  formando un equipo interdisciplinario, con gente que se fue formando en el  tema, llegando a maestrías y doctorados, por lo tanto, a pesar de estar en un  INTA lechero, el grupo de miel fue creciendo de manera importante". Lo que  añade es que se cuentan con muchos trabajos de experimentación, como puede  ser la fecundación de reinas, así como de extensión, en vinculación con  productores regionales, añadiendo la investigación. Según Gaggiotti, "la miel argentina se exporta casi en su totalidad a granel,  entonces se depende mucho de los mercados que se consiguen, surgen las  exigencias para determinar los colores de la materia prima, determinados  valores de HMF, todo sobre la base de la demanda. Por otra parte empieza a  crecer la intención de vender en el marco de lo que se conoce como ´mercado  justo´, o los apicultores que apuntan a las mieles orgánicas, aunque no logran  los precios adecuados, lo cual juega en contra del ánimo de los productores".  Sobre esta base se están haciendo los intentos concretos de poder trabajar  sobre lo que se conoce como denominaciones de origen o identificaciones  geográficas, con trazabilidad de procesos productivos, para poder sumar valor al  producto base. "De esto mucho se habla a nivel nacional pero a la hora de pagar  por estas condiciones no se logra. Existen ejemplos como el del cordero  patagónico o el salame de Tandil, pero es muy difícil instalar productos  diferenciales en un mercado tan reiterativo y tradicional como el argentino, en  todos sus productos. En este sentido, "el apicultor tiene que tomar conciencia porque desde INTA,  Conicet, e incluso desde las universidades, podemos ayudar a los productores a  caracterizar la miel, pero es algo que se tiene que sostener en el tiempo,  haciéndose cargo de la responsabilidad de los modos de producción, lo cual está  muy pendiente de la economía y sus vaivenes", que es el tema que siempre  determina los ejes de todo tipo de planificación. La actualidad de la actividad genera una vez la demanda de apoyo profesional,  por parte de los grupos de productores, que ya dejaron de ser de gran  potencial, por el deterioro del mercado interno, pero a la vez de las posibilidades  de negocios a largo plazo en el plano internacional. Se debe entender que también la apicultura está muy afectada por el  corrimiento de la frontera agrícola, por los nuevos usos de la actividad, por el  riesgo en cuanto al mal uso de los fitosanitarios, hechos que componen un  criterio diverso al de tiempos anteriores. En nuestra región son muy pocos los  apicultores exclusivos, sino que hoy por hoy la apicultura se complementa y  financia a través de otra actividad rural, incluyéndose la venta de mucha  maquinaria para componer salas de extracción e incluso el negocio de la  genética es más limitado. Ojos bien abiertos Además del INTA Rafaela, las visitas estuvieron en la cabaña apícola Vaudagna  de Susana, que es el espacio de mayor producción zonal. Mirando hacia un acuerdo de intercambio concreto, los referentes brasileños y  del INTA, trabajaron de manera adecuada para avanzar en la intención. Nuestro DIARIO conversó con Ivanir Cena, gerente de apicultura de EPAGRI, la  empresa de agricultura rural del estado brasileño de Santa Catarina, quien  comentó que con 21 técnicos, algunos empresarios apícolas y 20 productores  trabajaron casi durante un año para armar este viaje, con el objetivo de "buscar  conocimiento específico, para poder desarrollar de mejor manera la apicultura  en el Estado", habiendo pasado previamente por Uruguay, donde los progresos  en el área también son de importancia, al igual que con el paso por Concordia,  donde también relevaron datos. En el sur de Brasil ya se aplican tecnologías intermedias, pero se tiende a  intercambiar mayores cuestiones técnicas a través del mencionado acuerdo, con  injerencia de los estados locales. "Brasil es un gigante adormecido, un elefante que aún está durmiendo y recién  ahora está tendiendo a prestarle atención a la apicultura. Se está logrando  duplicar la producción cada cinco años, pero también la productividad por  colmena, sin embargo aún nos falta mucho. Tenemos mucho espacio, mucha  floración que se utiliza para la actividad apícola que se recuperó para tal fin y  todavía no se aprovecha del todo". El planteo es que Santa Catarina es el tercer  estado productor de miel de Brasil, el segundo mayor exportador y el mayor  productor nacional en la relación de kilos de miel por kilómetro cuadrado, en la  concentración productiva. Ese país produce cinco kilos de miel por km2,  mientras que Santa Catarina llega a los 28 kilos en similar relación. "Tenemos el  gusto de ser referentes en la producción de miel en nuestro país, pero también  en el nivel industrial que manejamos, junto a la estructura exportadora". Cena  destaca que en Argentina "están mucho más adelantados que nosotros en la  investigación, en el acceso al conocimiento, pero también en la industria de  equipamiento e insumos apícolas tienen gran ventaja". Si bien aquí se usa muy buena genética, Brasil precisa de otras especies, más  africanizadas, para soportar temperaturas y climas adversos para la actividad, a  diferencia de lo que se aplica en todo nuestro país; y así consiguieron reducir  problemas sanitarios, en lo que llevan la delantera. En este punto no existen  posibilidades de intercambio. "Las primeras tratativas de un convenio solo tienen horas. La idea inicial es  buscar hacer una cooperación oficial entre los gobiernos argentino y brasileño,  pero si eso no ocurre, podemos generar una vinculación informal entre el INTA y  Epagri, para investigación y asistencia técnica". Cena habló de la estructura de  la empresa de economía mixta, donde el Estado brasileño aporta los salarios de  los investigadores que intervienen en ella, así como un valor de mantenimiento  de la empresa en un rango anual, para poder conseguir la extensión hacia la  producción de los conocimientos y adelantos conseguidos, además de generarse  convenios con municipios para servicios específicos. Esta visita abre la puerta a seguir creciendo en esta intención de compartir  experiencias, pero sobre todo para seguir posicionando a los profesionales  locales en cuanto a la exploración apícola, que es de relevancia y que puede  colaborar a futuro con una ampliación del mercado interno, una diversificación  del paladar en el consumo y mayor especificidad en los productos, alimenticios y  cosméticos, como sucede en el resto del mundo.