viernes 6 de octubre de 2017
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Alertan sobre emergencia de más de 40 mil colmenas en el Sur provincial
En total son 84.600 las afectadas en toda la provincia
La apicultura ocupa un lugar importante en la producción agropecuaria de la Argentina. 25 mil productores en el país trabajan 3 millones de colmenas, el 50% de éstas se ubican en la provincia de Buenos Aires, el 35% entre Córdoba, la Pampa y Entre Ríos, y el 15% en el resto del territorio nacional, incluida Mendoza.
La cadena apícola sostiene a 100 mil familias involucradas tanto en la producción como en la comercialización y representa una de las principales actividades para la agricultura familiar y las economías regionales. No sólo tiene un valor económico, sino que también aporta un valor social y principalmente ecológico.
La miel producida en nuestro país es considerada una de las mejores del mundo. Somos el segundo exportador después de China, que es el primer productor y exportador del planeta. Además de ser la nación con mayor número de colmenas del hemisferio sur, tenemos el mayor desarrollo científico y técnico para esta actividad.
En la provincia de Mendoza se producen más de 860 mil kilos de miel al año, el 90% se destina al mercado externo, con Japón, Alemania, EEUU y Países Bajos como principales compradores. Existen 564 apicultores, 84.600 colmenas y 30 salas de extracción en la provincia. Unas 42 mil colmenas se ubican en el Sur de la provincia, mientras que el resto están entre el norte, Valle de Uco y el este.
Además, Mendoza es una de las mayores productoras de material vivo. Se encuentra a la cabeza en cuanto a la cantidad de establecimientos productores y comercializadores de reinas, tanto para mercado interno como para exportación.
En marzo de 2017, producto de las inclemencias climáticas, se calculaban pérdidas de hasta un 70% en la producción provincial. A esto se suman los graves problemas sanitarios que actualmente poseen los productores, como las plagas de Loque Americana, que afectan principalmente al número de abejas por colmenas, con la lógica consecuencia en la disminución de la producción.
El control de estas enfermedades requiere un abordaje integral, ya que no alcanza con la sola aplicación de antibióticos para el caso de Loque o acaricidas para varroosis, sino que requiere un diagnóstico adecuado y capacitación. El exceso en la utilización de agroquímicos puede generar residuos en la miel y afectar lógicamente en su comercialización.
En el marco de dicha resolución y de la emergencia climática declarada en la provincia para este año, se ha presentado un proyecto de ley para solicitar financiamiento que permita a pequeños productores mejorar sus colmenas mediante un plan sanitario integral, así como subsanar las pérdidas generadas por las inclemencias climáticas.
El pedido apunta a que la emergencia se extienda hasta diciembre de 2018 para controlar el avance de las infecciones provocadas y evitar mayores pérdidas a nivel provincial, considerando que “la temporada ya se encuentra avanzada y es urgente comenzar con las acciones concretas”.
Asimismo se solicita establecer un aporte no reembolsable de 100 pesos por colmena, para productores de hasta 300 colmenas, lo que permitiría asistir aproximadamente al 80% de los productores pequeños y medianos, según datos del Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa).
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