La receta de bizcocho de miel es perfecta para una merienda o desayuno especial.
La receta de bizcocho de miel es perfecta para una merienda o desayuno especial. Esas tardes o mañanas en las que necesitamos una dosis extra de energía. Con la miel evitaremos emplear demasiado azúcar, un ingrediente del que podemos ir prescindiendo poco a poco. Usando este edulcorante natural ganaremos en salud. Hacer este tipo de bizcochos tan básicos es un vicio, comprobar como con unos pocos ingredientes se consigue un resultado tan increíble los hace ser una receta muy recurrente. La cocina olerá a un dulce de excepción de la mano de este bizcocho de miel fácil de preparar.
Ingredientes:
200 gr de harina
75 gr de azúcar
2 dl de leche
2 cucharadas de levadura
3 cucharadas de miel
Mantequilla para untar el molde
Cómo preparar un bizcocho de miel
Esta receta es tan fácil de preparar que empezaremos buscando un molde adecuado. Lo untaremos con mantequilla para que no se pegue la masa y esté preparado para recibir un bizcocho espectacular.
Tamizamos la harina. De esta manera evitaremos que se creen grumos y conseguiremos una base mucho más agradable. La ponemos en un bol.
Añadimos poco a poco la levadura. Mezclamos hasta que esté perfectamente integrada con la harina de esta manera se conseguirá un bizcocho mucho más uniforme.
Ponemos el azúcar, la cantidad es relativa con esta mezcla conseguiremos tener una buena base. La miel le dará el dulzor final que este bizcocho necesitará para brillar.
Incorporamos la leche. Este ingrediente permitirá que nos quede una primera masa que dejaremos reposar durante unos minutos.
Pasada una media hora habremos podido comprobar como la masa ha aumentado de tamaño. Conseguiremos que nos quede mucho más esponjoso de esta manera.
Llega el turno de la protagonista de la receta, la miel. Ponemos unas tres cucharadas, si queremos que esté más dulce podemos añadirle un poco más. Mezclamos hasta que forme parte de la masa.
Llegados a este punto, encenderemos el horno. Para que nos quede un bizcocho perfecto no debe haber cambios de temperatura. El horno estará a 180º.
Vertemos la masa en el molde que tenemos listo. Cuando el horno esté caliente ponemos el bizcocho. Necesitará una hora para estar listo.
Comprobamos si está en su punto. Al no tener huevos queda un poco más compacto, pero gracias a la levadura le dará el punto de esponjosidad necesario.
Retiramos del horno y esperamos a que se enfríe para desmoldar. Tendremos listo un bizcocho increíble y muy fácil de preparar, solo nos quedará probarlo y disfrutarlo.
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