España. Intoxicación de abejas

jueves 15 de mayo de 2014
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Las cl

aves de un ´abejicidio´

El dueño de Puig des Roures lamenta la pérdida de sus abejas por una posible intoxicación y recuerda la importancia de estos insectos para el medio ambiente

14.05.2014 | 06:50

Álvaro Ribas muestra las abejas muertas de su finca. B. Font Sbert

Bartomeu Font Sbert. Puigpunyent La impotencia se apoderó de Álvaro Ribas cuando la mañana de hace unos días visitó sus abejas: centenares de estos insectos yacían muertos o agonizando ante cada una de sus caseres de su finca del Puig des Roures de Puigpunyent. Álvaro desconoce el motivo del suceso. Ahora bien, comenta que justo el día anterior "los jornaleros de una finca próxima a la mía habían estado fumigando los olivos, los cuales están empezando a florecer".

En un momento estacional en el que las abejas están trabajando sin parar las flores del entorno, su intoxicación puede afectar al ecosistema ya que las abejas no solo hacen miel, también son fundamentales para la agricultura. De hecho, la FAO estima que el 84% de los cultivos de Europa son polinizados por las abejas; es decir, que sin ellas no habría aceitunas, naranjas o albaricoques, por decir algunos ejemplos.
En 2011, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente redactó un estudio en el que alertaba de la alta mortandad de abejas en estados como Bélgica, Francia, Alemania o España.

Además, entidades como Greenpeace han puesto en marcha varias campañas para concienciar lo importante que son estos insectos para los humanos y para el Planeta. De hecho, en ellas explican que "las abejas podrían envenenarse al consumir polen y néctar contaminados mientras se alimentan en cultivos tratados con estas sustancias o flores silvestres contaminadas debido a las labores agrícolas, y también cuando nutren a sus larvas con un alimento tóxico".

La preocupación por las abejas también ha llegado a la Unión Europea. Hace un año, se decidió prohibir tres plaguicidas comunes en cultivos, llamados neonicotinoides, utilizados para recubrir las semillas de las futuras plantas, una medida que entró en vigor el pasado uno de diciembre.
Mientras tanto, Álvaro no oculta su enfado: "Acudiré a la conselleria de Agricultura y al Ayuntamiento para protestar. Todos debemos ser más respetuosos con el medio ambiente, ya que ello repercute en nosotros mismos".