La colmena es un mundo que gira en torno a la reina madre. "Según Denis Casalta, vicepresidente de la unión DOP Miel de Córcega, la solución preferida en la lucha contra el descenso de los rendimientos de abejas es seleccionar la mejor reina nunca.
Con motivo de un día de capacitación, recientemente coorganizado por la Unión Regional de Grupos de Protección de Apicultura Apícola de Córcega y el AOP, el profesional resume la situación.
"Cuanto más difíciles son las condiciones de vida de las abejas, más se necesita una reina joven y eficiente que pueda resistir enfermedades y dar a luz a más pecoreadoras". La esperanza de vida de la madre de la colmena es de cinco años. será reemplazado después de dos ", explica.
Raza de abejas
El tiempo de las colmenas autónomas ha terminado. "Los apicultores ahora son criadores antes de ser cosechadores", dice Denis Casalta, ante una audiencia de treinta y cinco recolectores.
Varios factores están detrás de este cambio. Las enfermedades, como la loque europea y americana, los ácaros varroa o la cría sacciforme, pueden destruir colmenas enteras si no se hace nada.
"La colonia debe verse como un organismo, y si un órgano se ve afectado, los efectos se sienten en todo el enjambre", explica Caroline Marinthe.
Miembro del AOP, trabaja en la estación Altani, ahora el laboratorio del sindicato, donde se seleccionan las reinas más resistentes.
Los ingenieros luego distribuirán sus nuevas colonias en el territorio de la isla con la ayuda de los apicultores y evaluarán cómo se adaptan a las nuevas limitaciones.
"También vendemos enjambres para aquellos que comienzan a criar", dice Caroline Marinthe. La formación de ingeniero agrícola también se ocupa de la conciencia.
"Cuanto antes se identifiquen las enfermedades, cuanto antes se destruya la colmena, más se reducirán los riesgos de contaminación, de ahí la importancia de informar a los profesionales sobre las técnicas de reconocimiento".
Cambio climático
El cambio climático también es responsable de la drástica caída en la producción. La sequía, particularmente pronunciada el verano pasado, desacelera la floración y evita que las abejas se alimenten.
El verano pasado, Sandra Bellini tuvo que alimentar a su colonia ella misma. Una primera en veinte años de experiencia. "La naturaleza no les dio nada, toda la dificultad fue alimentar la colmena con azúcar, agua y proteínas, sin que esto tuviera un impacto en la calidad de la miel", dice el productor.(???)
El trabajo se vuelve más y más técnico. Pero eso no disminuye el entusiasmo de los recién llegados. Al contrario. Muchos aficionados estuvieron presentes en esta reunión.
Especialmente Stephanie Dugauquier que tiene cuatro colmenas durante un año. Ella debe haber aprendido a alimentar a sus insectos también.
"Estoy haciendo esto por pasión, todas estas reuniones informativas me permiten aprender muchas formas de preservar mis abejas", sonríe.
Ella es una de las personas que ven la apicultura como una forma de vivir al aire libre.
"Los apicultores están dispersos por toda Córcega, a veces aislados", dice. Las reuniones les permiten conocerse, intercambiar y darse cuenta de que todos tienen los mismos problemas y que una mejor comunicación les facilita luchar contra las enfermedades y dolores relacionados con el clima ", concluye Jennifer Mejean, coordinadora del sindicato AOP Corse.
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